No llores por mi, es tan bello aquí
Oh Dios, que nos has mandado a honrar padre y madre, escucha con benevolencia la oración que te dirigimos por ellos .
(En especial por Lupita Réndiz).
Concédeles largos días de vida en la tierra, y consérvales la salud del cuerpo y del espíritu.
Bendice sus fatigas y sus iniciativas.
Recompénsales por todo lo que han hecho por mí.
Inspírales el amor y la práctica de tu santa ley.
Haz que después de haber gozado de su afecto en la tierra, tenga alegría de vivir eternamente con ellos en el cielo. Amén.